
Los forochats como estrategia para propiciar encuentros formativos en WhatsApp
La pandemia nos tomó a todos por sorpresa. Con la llegada del coronavirus al país, el gobierno nacional no tardó en implementar las medidas de distanciamiento físico entre los ciudadanos con el propósito de resguardar su salud. Como consecuencia, a partir del mes de marzo del año pasado, locales, centros comerciales, teatros, cines, instituciones y cualquier otro establecimiento que no fuese destinado para la venta de alimentos, víveres, medicamentos o insumos médicos cerraron sus puertas y, entre ellos, los centros educativos. Ante esta situación, docentes y estudiantes se quedaron en casa.

Construyamos escuelas de cuidado
La escuela: de la cotidianidad a la covidianidad
Desde finales del 2019 todas las sociedades del mundo vienen experimentando la vulnerabilidad personal, familiar y comunitaria a raíz de la crisis generada por la pandemia del Covid-19 que profundizó e hizo visibles las estructuras de injusticia, desigualdad e inequidad que ya existían a raíz de la crisis financiera y de los diferentes direccionamientos políticos, aunque “en muchos países, los servicios de salud pública estaban mejor preparados para afrontar la pandemia hace diez o veinte años de lo que lo están hoy” (De Sousa Santos, 2020).

Asumir retos para garantizar procesos
¡Hola! Quisiera compartir con ustedes un poco mis reflexiones en torno a lo que viví el año escolar 2019-2020 con el inicio de la pandemia, siendo la responsable de una sección de 25 estudiantes de 6to grado.
Muchas veces escuché hablar a mis compañeras de trabajo sobre los grupos de WhatsApp y, a decir verdad, no conocía ni me interesaba saber de qué se trataba eso. Igualmente debo señalar que, a partir del mes de septiembre de 2019, comencé a manejar un teléfono de los llamados “inteligentes” y, sinceramente, no sentía mucho entusiasmo con eso de las redes sociales.

Conectad@s: una ventana educativa en la distancia
Nuestro espacio…
Comunidad del mismo nombre, al sur del estado Monagas. Atendemos, aproximadamente, a 900 estudiantes en los niveles de Inicial, Primaria y Media Técnica.
Temblador es un pueblo donde las actividades de agricultura, ganadería y petróleo (en menor medida, actualmente) son primordiales para mantener activo el aparato económico. Cuenta con dos centros de salud públicos (un CDI y un hospital), varias clínicas privadas, una iglesia católica que lleva por nombre “San José y San Juan Eudes”. Existen varias canchas de usos múltiples activas, siendo el futbol el deporte que más se practica. Posee variedad de comercios formales tales como: supermercados, panaderías, frigoríficos, bodegones, ferreterías, licorerías, autorrepuestos, talleres mecánicos, fruterías y verduleras.