Ideas para el aula

Podemos comunicarnos mejor

(Movimiento Pedagógico Nº 45 – julio, 2009)

Camino de Encuentro

A continuación presentamos algunas activi­dades extraídas del Cuaderno de Actividades de 6to grado titulado “Camino de Encuentro”, perte­neciente a la colección “Alegría de Vivir”, material que forma parte de la propuesta curricular del eje de Valores de la Escuela Necesaria de Fe y Alegría.

Los textos de esta colección constan de cuatro secciones que recorren las cuatro unidades temá­ticas que lo integran: “Descubro con la lectura”, “Investigo y creo”, “Aprendo matemática” y “Así lo hago”. En esta oportunidad presentamos dos de los temas incluidos en la serie: Aprender a dialo­gar y Aceptar críticas.

Aprender a dialogar
Descubro con la lectura

La sección “Descubro con la lectura” propone textos acompañados de ilustraciones para que el alumno(a) lea y comparta en grupo su compren­sión e interpretación de la lectura y la relación que ésta tiene con su vida.

En este caso, el docente pide a sus alumnos(as) que lean con atención el texto que se presenta a continuación para que, luego, discutan en plena­ria partiendo de las siguientes interrogantes: “¿de qué trata la lectura?, ¿qué opinas acerca del con­tenido de la lectura?, ¿te sientes identificado con lo que allí se dice? Si has estado en una situación igual o parecida, explica cómo te sentiste. Escu­chando con interés a los demás, ¿mejorarán las relaciones entre las personas?”.

Durante las discusiones, es necesario que el docente asuma el papel de moderador del deba­te y no de juez, pues no se trata de dictar un fallo para ver quién tiene la razón, sino de generar un diálogo que lleve al estudiante a ampliar su com­prensión e interpretación de la lectura. Para ello, el docente debe: a) garantizar que se respete el derecho de palabra durante la discusión, b) de­mandar aclaraciones cuando las opiniones están poco fundamentadas, c) guiar la re­lectura de un enunciado o un párra­fo cuando haya interpretaciones de la lectura que se alejen totalmente del tema que se aborda, d) plan­tear preguntas que lleven a los es­tudiantes a realizar inferencias y ampliar su visión del tema.

Lectura: Hablar menos y escuchar más

¿Sabes por qué Dios nos hizo con dos oídos y una boca? ¿No? Para que hablemos menos y escuchemos más.

Dios hizo toda su creación perfecta. Sin embargo, nosotros nos hemos empeñado en no hacer caso a esa perfección. Cuando los chicos y chicas están en el aula de clases, desde que llegan hasta que salen, mantienen una constante conversación con el com­pañero o compañera a su lado, sin preocuparles mu­chas veces si lo que hablan le importa o no, o si por casualidad con esto molestan o interrumpen la clase que la maestra(o) pueda estar dando en esos momen­tos.

Escucharnos, es decir, ser escuchados o que tú es­cuches, va más allá del simple acto de cerrar la boca y no pronunciar palabras. Escuchar debe ser un acto de respeto al otro que nos habla, que se dirige a nosotros por medio de la palabra hablada.

Algunos jóvenes se enojan cuando por cualquier causa tienen que exponerles a sus compañeros un tema específico, producto de alguna investigación y que les concierne a todos, porque cuando están de­lante del grupo les imposibilitan realizar la actividad. Son interrumpidos por las constantes conversaciones de sus compañeros. No obstante, la experiencia de no haber sido escuchados, lejos de enseñarles a no hacer lo mismo, les lleva a actuar de igual manera cuando les toca a ellos escuchar, cayendo en un círculo vicioso que no ayuda a resolver el problema.

Ana Chacón

Los alumnos(as), según su propio criterio, res­ponden: “¿por qué el acto de escuchar es un acto de respeto?”. En esta parte, es importante que el docente converse con los estudiantes acerca de los recursos de argumentación que pueden utili­zar para sustentar sus opiniones, que puede ser mediante un ejemplo o explicando una causa o una consecuencia. Luego, leen con mucha aten­ción el pasaje bíblico Mateo 7, 1-5 y comentan partiendo de las siguientes interrogantes: “¿qué entiendes de la lectura?, ¿qué quiere decir que “de la misma manera que ustedes juzgan, así serán juzgados”?, ¿crees que tienes la capacidad de ver tus propios defectos antes que los ajenos?”.

Investigo y creo

Esta sección propone preguntas que invitan a investigar, buscar información para interpretarla, elaborar pequeños resúmenes, en fin, ampliar y profundizar conocimientos.

Los alumnos(as) pueden buscar información en la comunidad. Entrevistan a personas que ejer­cen cargos en los consejos comunales, intenden­cias, policías, el párroco de la iglesia, entre otros. Se les consulta su opinión sobre la importancia de escuchar en el desempeño de sus trabajos. Escri­ben las respuestas y, luego, las comparten con sus compañeros y docente.

Recortan noticias e imágenes de prensa donde se observen situaciones en las que personas de diferentes oficios no escuchan a los demás. Escri­ben lo que opinan sobre esas situaciones.

Aprendo matemática

En la sección “Aprendo matemática” se presen­tan actividades relacionadas con la resolución de diversos problemas y operaciones matemáticas con el fin de desarrollar el pensamiento lógico-matemático.

El siguiente es un planteamiento sobre la in­tensidad de los sonidos y la contaminación sóni­ca. La intensidad del sonido se mide a través de decibeles, los cuales son aceptados por el oído humano hasta la cantidad de 80. Al pasar de esta cantidad ya comienza el llamado ruido o contami­nación sónica.

Los alumnos deben determinar la cantidad de decibeles que producen los elementos que se nombran a continuación para, posteriormente, ordenarlos de mayor a menor de acuerdo a su in­tensidad.

– Un avión al salir de la pista.

– El escape dañado de un automóvil.

– El trinar de los pájaros.

– El sonar de una cascada.

– El viento.

– Una miniteka en una fiesta.

– Gritar en exceso en un espacio cerrado.

– Arrastrar objetos en el piso constantemente.

– Una reunión con muchas personas.

– Aplaudir en una cancha de fútbol.

Pueden investigar con la ayuda del docente, con el profesor de informática o por Internet, cuántos son los decibeles que producen y subra­yan aquellos que contaminan nuestro sistema au­ditivo.

Al momento de hacer la revisión de la actividad es importante que el docente abra una discusión en pequeños grupos de alumnos, de manera que compartan y contrasten los resultados de su in­vestigación.

Éste también debe ser un momento importan­te para reflexionar sobre la presencia del ruido en nuestra cotidianidad y las medidas que podemos tomar para minimizar sus efectos. Plantearles preguntas sobre los ruidos como: ¿cuáles son los más comunes en tu comunidad?, ¿cuáles resul­tan agradables para ti?, ¿cuáles te resultan desa­gradables?, ¿qué medidas se te ocurren se pue­dan tomar para disminuir la frecuencia de esos ruidos? Estas interrogantes son oportunas para que los estudiantes puedan alcanzar el conocer reflexivo, que es una dimensión del eje “Aprendo matemáticas”.

Así lo hago

En esta sección los alumnos(as) expresan sus experiencias personales y aprendizajes a través de dibujos, pequeñas labores o escritos.

Proponga que escriban una canción con el tipo de música que prefieran (venezolana, merengue, balada, entre otros), cuya letra vaya dirigida al acto de saber escuchar y ser escuchado para el mejor conocimiento del otro. Posteriormente, los que así lo deseen, pueden cantarla en el aula con la ayuda de todos los compañeros(as).

Finalmente, el docente les indica a los alumnos(as) que piensen en alguna persona a quien deban escuchar más. Pueden hacerse el propósito de acercarse a ella y dialogar durante la semana.

Aceptar críticas
Descubro con la lectura

El docente solicita a los alumnos(as) que lean en voz baja el siguiente texto, reflexionen e inte­rioricen su contenido partiendo de las siguientes interrogantes: “¿cómo es la persona auténtica y noble?”, “¿cuáles cualidades te parecen más im­portantes?”, “¿cuál de esas cualidades posees?”, “¿cuáles te faltan?”. Luego comparten amigable­mente su reflexión con los compañeros.

Lectura: Valores que inculcar

La persona que lucha por ser au­téntica y noble busca siempre la ver­dad, necesariamente se torna hu­milde, puesto que en la sencillez de su actuar, con la sinceridad y res­ponsabilidad con las que usa su libertad, cae en la cuenta de lo que es, no de lo que desearía ser o de lo que los demás dicen que es. Por eso mismo, no está anhelando superar a los otros a costa de lo que sea. Al contrario: se convierte en persona que respeta y tolera a quienes se creen mejores o más que ella, sin medirse, sin compararse (sabe que toda comparación es odiosa), lo que la convierte en sencilla, tolerante, disciplinada, y en su lucha constante contra el orgullo u otros fenómenos que van y vienen, se vuelve com­prensiva y, por consiguiente, brinda su amistad fácil­mente.

(Fuente: http://www.nazaretdelaflorida.cl)

Seguidamente, los alumnos(as) pueden escri­bir los nombres de personas que les parezcan ejemplos de algunos de los valores que se expre­san en la lectura. Para finalizar con la sección, leen con atención Mateo 6, 1-4 y comentan a partir de las siguientes interrogantes: “¿están de acuer­do con lo expresado en la lectura?, ¿qué valores creen que se resaltan en este pasaje?”.

Investigo y creo

Para esta actividad se les solicita a los alumnos(as) sacar de una cesta un papelito con el nombre de uno de sus compañeros(as). Sin decir su nombre, en una tarjeta mediana (la mitad de una hoja blanca de desecho) deben escribirle una crítica, sustentando la opinión con un ejemplo. Al terminar, leerán en voz alta el nombre del compa­ñero y la crítica que le hicieron, le entregan la tar­jeta y este(a) escribirá por detrás del papel las ac­ciones o actitudes que emprenderá para mejorar sus fallas, comprometiéndose delante de todos, sin poner objeción a la crítica.

Aprendo matemática

Aquí se les pide a los alumnos(as) leer deteni­damente el siguiente plan­teamiento para luego res­ponder las interrogantes: “¿qué opinas de la actitud de cada uno de los herma­nos?, ¿con qué otros números puedes escribir la cantidad que María se quería comer?, ¿cuánta cantidad se comió el hermano de María?”. Poste­riormente, la docente pide que realicen una suma de fracciones cuyo resultado sea igual a ¾.

María es muy golosa y quiso comerse los ¾ de pedazos de pan que quedaban para la cena. Su madre le dijo que sólo le daría una cuarta parte y que pensara en los demás. Esto la molestó, no aceptó lo que le dijo su madre y se fue sin comer. Su hermano, en vista de la situación, se comió también el pedazo de María.

Para finalizar esta actividad, los alumnos(as) pueden hacer una representación de la porción del pan que había y señalar en ella cuánto se co­mió el hermano de María y cuánto quedó.

Así lo hago

Para esta actividad el docente divide a los alumnos(as) en grupos de cuatro y elabora el “Ludo de los valores”, guiándose por las siguientes indicaciones:

Las cuatro casillas de salida deben llevar el nombre de un valor personal y su definición. En cada descanso se debe escribir en unas tarjetas un “¿Sabías que…?” y, luego, colocar cosas como: “El que se ríe de sí mismo es capaz de aceptar sus errores y podrá cambiar”, “Caerse está permitido, levantarse es obligatorio”, “Si hablan mal de ti con fundamento, corrígete, si no, échate a reír” o “Na­die puede hacerte sentir inferior sin tu consenti­miento”. Al llegar a la casilla “casa”, tomarán una tarjeta y la leerán en voz alta: quien llegue a una de estas casillas tendrá doble turno para seguir el juego.

Otra variante podría ser que aquel que llegue a la casilla “casa” debe decirle a sus compañeros una frase o afirmación positiva de sí mismo o para el otro. El que logre llegar primero a la última ca­silla leerá: “Eres un triunfador”.

Para poner en práctica estas actividades se su­giere planificar el tiempo en el aula y adecuar su integración con otras estrategias de aprendizaje. Se debe propiciar que los alumnos(as) investiguen en diversas fuentes para obtener información y que, posteriormente, la analicen y comenten en equipo. Cada actividad debe ser trabajada con la orientación del docente para promover que se realicen en profundidad y amplitud. Es necesario que se promueva el comentario y la discusión de las diferentes interpretaciones de la lectura y el diálogo grupal previo a la escritura para que los estudiantes tengan mayor claridad acerca de lo que van a escribir.

A continuación ofrecemos otras lecturas que pueden servir para complementar los temas tra­bajados anteriormente. Nunca está de más invi­tarlos a conocer más sobre algún tema, aprove­chando así el interés que haya generado en los alumnos(as) el desarrollo del mismo. Igualmente proponemos algunos enlaces con información in­teresante sobre el manejo de las críticas y la im­portancia del diálogo.

Lectura: Guía para invitar al diálogo

Deberíamos:

Escuchar, oír y hablar con respeto: Respetar es una actividad social, no es una característica interna indi­vidual. Respetar es tener y demostrar consideración y cuidado por el otro. ¿Cómo lo hacemos? Con nuestra actitud, tono, gestos, postura, ojos y palabras.

Escuchar, oír y hablar como un aprendiz: Es decir, estar genuinamente interesados y curiosos sobre lo que el otro nos dice y creer sinceramente que pode­mos aprender algo de él.

Escuchar, oír y hablar para comprender: La com­prensión es difícil, no intentes comprender tan rápi­damente, como si supieras todo. El creer que se cono­ce todo interfiere con el diálogo.

Escuchar, oír y hablar con cuidado: Date tiempo, las pausas son importantes. Haz una pausa antes de hablar, dale tiempo al otro para que termine. Además, date tiempo para pensar en aquello que vas a decir y en cómo vas a decirlo.

(Fuente: http://nuevos-despertares.blogspot. com)

Lectura: La importancia del diálogo

Una conversación cara a cara puede parecer muy sencilla, pero en realidad es la más poderosa herra­mienta que tenemos para generar cambios positivos. Podemos intercambiar ideas en un nivel muy huma­no y personal con una base de respeto y fe en la bon­dad esencial del otro. Todos somos iguales y no hay nadie superior o inferior.

El escritor francés Montaigne amaba el diálogo y siempre tenía una mente abierta. Él decía: “Ningún planteamiento me sorprende, ninguna creencia me ofende, no importa cuán opuesta pueda ser a la mía”. Para él, el diálogo significaba la búsqueda de la ver­dad, encontrarla y abrazarla sin importar de quien viniera. Como tenemos dos oídos y una sola boca, quizás deberíamos escuchar dos veces más de lo que hablamos. Ciertamente si somos rígidos o prejuicia­dos nadie se acercará a nosotros con corazón abierto.

A veces nuestros intentos para empezar un diá­logo pueden ser menospreciados o ignorados. Debe­mos recordar que el rechazo y las decepciones son inevitables en la vida y debemos seguir intentándolo. Mantener un diálogo requiere de mucha paciencia y perseverancia. Necesitamos desarrollar un fuerte sentido del yo que nos permita ver claramente las emociones de la otra persona y acercarnos con calma pero progresivamente a sus corazones.

Daisaku Ikeda

Para saber más….

http:// www.webselah.com/

http://www.enredate.org

http://www.serfeliz.net