La cotidianidad del venezolano está llena de situaciones de violencia, escasez y desidia. En este continuo esfuerzo de ofrecerles a nuestros hijos e hijas una esperanza, miles de mujeres y hombres siguen trabajando como única forma de obtener los recursos económicos que, quizás, les permitan cubrir algunas de sus necesidades más básicas, especialmente las relacionadas con la alimentación. Frente a este reto, Fe y Alegría expande sus raíces cada vez más, mientras diseña nuevas propuestas que incidan en la calidad de la educación que brinda en sus distintos programas.

A 61 años de aquel gesto solidario de Abrahán Reyes y su esposa Patricia, Fe y Alegría busca alternativas para seguir educando en valores humano-cristianos en medio de una sociedad tan violenta que en el año 2015, según el Observatorio de Violencia – Venezuela (OVV), produjo 27.875 muertes por diversas causas. ¡Eso significa un promedio de 76 muertes diarias! Lo cual nos ubica como uno de los países más peligrosos del mundo! Consciente de que no podemos enfrentar ese problema a nivel nacional, Fe y Alegría, desde sus centros educativos, está desarrollando propuestas en torno a la cultura de la paz y la resolución de conflictos. Tal como dice el refrán popular: ―Si quieres cambiar el mundo, comienza a cambiar tú primero‖. Este número de Movimiento Pedagógico es un ejemplo de ese trabajo.

En primer lugar, presentamos la experiencia de Luisa Pernalete, ―Para educar en paz o las erres de la educación para la paz‖, en la que nos muestra una serie de pasos a seguir como educadores populares para lograr una convivencia pacífica en el aula de clases, así cómo enfrentar la violencia que viven los y las estudiantes tanto dentro como fuera de la institución

También conoceremos la experiencia de las madres de Catuche, una pequeña comunidad del sector ―23 de Enero‖ de Caracas donde, gracias al apoyo del Centro Comunitario Catuche – Fe y Alegría, lograron pacificar la zona a través del diálogo con los jóvenes prestos al vandalismo y la delincuencia. Esta labor trascendió y llegó a Petare, donde un grupo de jóvenes, acompañados por Sheilan Soto, han optado por dedicarse a producir videos caseros como una vía para alejarse y concientizar sobre los hechos de violencia que viven; igual sucede con la E. B. Colegio ―Pbro. Manuel Aguirre Elorriaga‖, donde se esfuerzan en llevar una mejor educación en un entorno donde no se respeta la vida humana ni las leyes.

Por otra parte, en el Dossier presentamos una reflexión desarrollada por Sabino Eizaguirre s.j. sobre la puesta en práctica del Ideario de Fe y Alegría, quien ha dedicado su vida al trabajo social y pastoral desde Fe y Alegría. Él plantea su preocupación sobre el desarrollo de la dimensión política de la Educación Popular en Fe y Alegría y su contribución en la transformación de las estructuras injustas e inhumanas de nuestras sociedades. Por ello, esperamos que estas experiencias puedan multiplicarse en entornos similares y mejorar así la convivencia tan necesaria en Venezuela

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